Por Jenny Lynn Mendoza
jennypaty@gmail.com
Fotos: Jenny Lynn Mendoza, Carlos Ciarapica y Denisse Moreno
La orilla de una piscina fue el espacio ideal para conocer un poco más sobre este dúo: Andrea Echeverri (vocalista y guitarrista) y Hector Buitrago (bajista, arreglista y productor), quienes juntos forman esta banda que cuenta ya con diez discos en su haber. Echeverri, quien se confiesa amante del queso telita, crineja, los jugos naturales y las cachapas, asegura que al momento de componer se inspira “en los días, en la vida, en lo que te pasa, en lo que escuchas, en lo que sientes, en lo que te pone contenta o en lo que te enfurece, en lo que te pone triste”.
De acuerdo con Andrea “la intención de Aterciopelados desde hace rato es con su música tratar de concientizar y precipitar ciertos cambios que la humanidad necesita hacer. Uno de esos cambios urgentes e importantes es que todos nos respetemos. Los derechos humanos es un principio básico para que la humanidad pueda seguir”.
Por su parte, Héctor explica que “en los últimos años hemos visto como la música puede servir para causas sociales incluso hasta políticas. Ahora estamos apoyando una campaña que se llama el “Referendo por el agua” que tiene que ver mucho con el disco; es algo que estamos poniendo a nivel práctico en el campo político, es una campaña muy importante que busca cambiar la constitución en Colombia para que, entre otras cosas, el agua sea declarada un derecho fundamental y se cuiden los ecosistemas”. Para esto, Aterciopelados y otros grupos cedieron una canción para un recopilado, en el que se logró recolectar más de dos millones de firmas, “ahorita están en debate esos cambios de la constitución”.
Desde siempre, esta banda se ha caracterizado por componer temas con mensajes para la humanidad y pensamientos dignos de reflexión que dejan pensando largo rato a quienes los escuchan. Ambos escriben las canciones y al inicio se dieron a conocer como “Delia y los aminoácidos”, luego cambiaron el nombre a “Aterciopelados”. Su estilo es una fusión entre rock y raíces del folklore colombiano, lo que los ha llevado a recibir en ocasiones duras críticas de parte de medios de comunicación, pero que al mismo tiempo les ha permitido obtener un sinfín de reconocimientos y premios.
Precisamente, y con respecto a este tema, Andrea un tanto quejumbrosa y con su acento colombiano bien marcado, comenta que “eso tiene como dos lados: hay un lado chévere porque recibes cariño y sabes que hay gente que se conecta con tu música, pero mucha de esa gente que te pide autógrafos y no sé qué, se los pediría igual a Miss Universo como a cualquiera que saliera en televisión”.
Para ella, esto “tiene como un lado de farándula, el negocio mismo de la música, tiene un lado espiritual bonito cheverísimo y tiene un lado espantoso que yo por lo menos no comulgo. Cuando te ganas el Grammy tienes que pasar por el tapete rojo y todas llevan el vestido diseñado por yo no sé quién, y tú estás un poco como mosco en leche, porque no te maquillas, y yo no creo en esas cosas, esos premios ¿qué será lo que premian en realidad? Pero igual es parte, igual tú tienes que ir a decir ‘ey aquí sigo, en pie de lucha’”.
Del Río, niños y más
Milagros y Jacinto son los dos hijos de Andrea Echeverri. “Milagros no es tan tremenda, me parece que es linda, es lloroncita, pero es como tierna y sensible, y es más roquera que yo”. Para ella, lo más importante es su familia y es lo que más la hace feliz. “Los niños se vuelven lo más importante de la vida, aunque la música es una cosa súper divina, el centro es tu familia”.
Su último disco y que recientemente promocionaron en Venezuela se titula “Río”, lo que, de acuerdo a Héctor, permite el regreso nuevamente de la banda al país. Es un material basado en el ambiente, sin dejar de un lado el tema de la mujer, con una profundización de fusiones y mezclando al mismo tiempo la innovación con lo andino, esto en representación de la música indígena, lo que les permite reconectarse con la naturaleza de una manera “armónica”.
Durante la entrevista pudimos conocer curiosidades como que “Baracunatana” significa “cuna barata”, así como que cuando Andrea Echeverri no hace música hace cerámica, además de compartir con sus niños. “Estudié arte y me especialicé en cerámica, es lo que domino técnicamente, la música llegó como de sorpresa”.
En estos momentos Echeverri se encuentra leyendo “Demasiados héroes” de Laura Restrepo. “Hacía rato que no leía nada, porque uno con bebé no tiene tiempo ni de limpiarse un ojo”. Al preguntarle a qué le teme, luego de un silencio de 12 segundos responde “a la melancolía, que trata de pescar muchas veces”.
Actualmente, se encuentra trabajando en un disco para niños, “con mi marido y con mi hija estamos tratando de hacer un proyecto familiar que esté pensado hacia los niños, con algo de folklore que recuerdo que mi mamá me cantaba a mí”.
Venezuela y Aterciopelados
Entre otras cosas, Aterciopelados recuerda de Venezuela las giras con Los Pericos, “muy buenas, era como las primeras veces que veníamos. Los Pericos tenían como mucho público, entonces eran lugares hermosos, llenos, era bonito. Para Echeverri el público venezolano es “como fiestero, contento, están acostumbrados a muchos y a grandes conciertos”.
Al tocar el tema de la mujer y la belleza, la talentosa cantautora de este dúo comenta que “en el periódico salió lo de la tripleta de la Miss Universo y cuando uno viene acá ve muchas mujeres bonitas, pero también da como la sensación que hay muchas matriculadas en eso, y esa materia no es tan chévere digo yo”.
Según ella, “las mujeres todas somos lindas y me parece que toda esa onda de 90-60-90 va en contra del género femenino y de nuestro poder, porque somos un poder curativo, un poder amoroso, somos increíbles, pero si todas estamos pendientes del cuerpo, la rumba y la cosa, nos volvemos unos seres egoístas, mezquinos”.
Enfatizó que se encuentra en contra de eso totalmente “y en la música también me parece que cantidad de gente talentosísima se va por ese lado, como a estimular digamos el lado sexual que todos los seres humanos tenemos que no debe ser tan estimulado, ése es para la intimidad, es para el amor, no para que todos aquí nos excitemos colectivamente, no tiene ningún sentido, eso sí que es destructivo”.
El concierto que realizaron en el municipio Los Guayos del estado Carabobo causó conmoción en el público, el cual se mostró ansioso, entonando sus canciones y pidiendo cada vez más las de su preferencia. Fue una presentación que permitió ver variedad de colores, un resumen de sus temas de siempre y por supuesto, lo mejor de su último trabajo, así como la calidad musical y humana que los caracteriza. Sin duda, dejaron un agradable sabor en los labios al escuchar temas como “Bolero falaz”, “El álbum”, “Baracunatana”, entre otros, así como unas ganas enormes de verlos de nuevo pronto por estos lados.
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